25/5/08

Como la vida




El cielo anuncia tormenta. Cuatro pájaros cantan con timidez. Cuatro gotas mojan mi papel.
Entre una nube oscura y un cielo claro, alumbrado por la luz del sol, se deja ver un arco iris poco contrastado. Las gotas se hacen más intensas. El arco iris más visible. Tú más ausente.
Te recuerdo bajo el agua, bajo su sonido, bajo medio arco de colores. Bajo la luz del impactante rayo que se deja oír a escasos segundos.
Bajo el atrevimiento del recuerdo te siento. Mis letras cada vez son más rápidas. Paralelas al agua que cae, que moja la tierra y la humedece.
Siento tranquilidad. La lluvia choca contra el suelo y me llena de calma. Los colores son una mezcla entre cálidos y fríos. El ambiente provoca un suave frescor. Parece que la calma vuelve, aunque será rota por otro estruendo que anuncia que la tormenta se hará pronto dueña de todos nosotros. Te quiero. Mis ojos buscan la luz, aunque no quieren olvidar la oscuridad. Somos dos convertidos en uno.
La ciudad vive bajo un manto gris, respaldado por los colores del medio arco. ¿Dónde está su mitad? Quizá donde te encuentres tú. Entonces iré a buscarla. El ruido se apodera de mi pensamiento, de mis escritos. Pero no de nosotros. Te siento aquí, conmigo.
El paisaje: mitad oscuridad, mitad claridad. Como la vida. Como dijeron tus palabras: "después de la tormenta llega la calma". Y es que, después de ti, no hay nada.

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